EL MASAJE NOS AYUDA A RECUPERAR LA ENERGIA










Activación de puntos energéticos para limpiar el campo magnético (aura)










TRANSFERENCIA DE ENERGIA Y VIBRACIONES

      El masaje es un interjuego de energías entre dos cuerpos. Además de ser dos seres humanos, estos cuerpos son dos fuerzas electromagnéticas. Cuando damos o recibimos un masaje no sólo manipulamos músculos, piel y huesos, también trabajamos con las energías, tanto físicas como mentales. Existe una clara interacción entre la psique del que da el masaje y la del que lo recibe. Para comprender esto, necesitamos recordar una ley muy simple: La energía fluye desde un nivel superior a uno inferior.
   El proceso de la transferencia de energía es muy simple. El receptor se somete al masaje y deja que su cuerpo se relaje. Las defensas ceden con facilidad permitiendo que la energía del masajista se introduzca en su cuerpo y sea absorbida por él. Si existe cualquier tipo de resistencia en alguna de las partes, el masaje no produce muchos beneficios. El que recibe el masaje debe permitir que el masajista trabaje sin ofrecer resistencia. De este modo, el profesional trabajará con afecto y cuidado con el fin de mantener alto su nivel  vibracional y no resultar influenciado por fantasías o pensamientos personales de ningún tipo. Debido a su compromiso con el acto de servicio, el masajista está automáticamente en un nivel superior al del receptor. Así, de acuerdo con la ley natura, la energía se transmite desde el cuerpo del que da el masaje hacia el del que lo recibe. Una fina descarga de energía eléctrica fluye desde las puntas de los dedos del profesional y es inmediatamente absorbida por la piel del paciente. A través de una fina red de nervios sutiles llamados nadis, específicamente los nadis pranavaha y manovaha, se descargan y absorben la energía pránica y la energía psíquica. Los marmass juegan un importante en la absorción  de la energía, y por lo tanto, del campo psicosomático del receptor del masaje. A veces, durante una sesión de masaje de los marmas, se eliminan los bloqueos de energía y el paciente experimenta cambios emocionales, como alegría, aflicción y alivio.
    Si el masajista no permanece centrado durante el masaje y se deja llevar por el mundo de la fantasía, éstas se transmitirán de forma inmediata al paciente. De igual modo, si el que da el masaje comienza a pensar en sus propios problemas, el receptor comenzará a sentir problemas de una naturaleza similar. Los masajistas que han adoptado está práctica como una profesión y atienden a muchas personas diariamente, pueden experimentar una pérdida de energía. Deben tomar precauciones para restablecer su energía después de cada masaje. Esto se consigue ingiriendo alimentos nutritivos como leche fresca, frutos secos y uvas pasas, y dedicando un tiempo para la relajación antes y después de cada sesión. Tumbarse en la posición de yoga que llama la postura del cadáver (shavasana), respirar profundamente y meditar sobre el sonido de la propia respiración durante quince minutos devolverá al practicante toda su energía. Escuchar música relajante durante el masaje y la relajación es muy útil. El masajista debe darse un automasaje en sus dedos y realizar movimientos rítmicos con las muñecas antes de iniciar cada sesión.
   En la India, los luchadores se masajean mutuamente para comprometerse con el proceso de la transferencia de la energía. Ellos están interesados en la relajación, el desarrollo correcto de la musculatura, la fuerza física y el tono y la elasticidad del cuerpo. Por esta razón les resulta fácil no caer presa de sus fantasías no pensar en problemas personales. Pero aquellos que practican el masaje terapéutico y se concentran en las enfermedades del receptor son susceptibles de coger la enfermedad si no son mentalmente fuertes y no poseen el conocimiento necesario para curar la dolencia. El estudio de la constitución del cuerpo humano y el conocimiento de los marmas y aceites ayudan al masajista terapéutico a concentrarse y trabajar con seguridad.
   La actitud del masajista desempeña un papel muy importante en el masaje. Si el objetivo es sólo ganar dinero, el profesional se cansará. En cambio si el masajista disfruta dando el masaje, comprende la responsabilidad de su trabajo y considera su profesión como un medio para servir a la humanidad, la experiencia será alegre y menos agotadora. El masajista debe estar física y mentalmente sano. Una persona con vibraciones suaves dará un masaje especialmente beneficioso. No se debería dar masaje a una persona con la que no se simpatiza a primera vista, y viceversa.
   En el Ramayana, la famosa historia épica hindú sobre la vida de Rama, las facciones enemigas libraron innumerables batallas. Hermosas doncellas masajeaban a los fatigados soldados, a veces varias de ellas a la vez, que luego se daban un baño en el río para refrescarse. Las doncellas, tal como  las describe Valmiki, tenían cuerpos esbeltos y bien proporcionados y ojos que resplandecían  con la luz. Actualmente, en la India se consideran los poderes curativos del tacto como potenciadores del placer sexual y, por ello, los hombres generalmente masajean a los hombre y las mujeres se masajean entre sí. De este modo se evita el desgaste de energía que implican las fantasías sexuales.  Para evitar las fantasías cuando se da un masaje al otro sexo, el practicante debe concentrarse en su propia respiración, en el ritmo de la misma y de los latidos del corazón. Si el masajista trabaja como un instrumento para transferir la Divina energía al cuerpo del receptor, esta actitud modifica el nivel de energía y no será perturbado por las fantasías.
   En la vida familiar, resulta ventajoso que los niños o los jóvenes masajeen  a las personas mayores. Si se les enseña este arte a los niños, pueden practicarlo como entretenimiento en cualquier momento. Su energía es pura -no se entregan a sus fantasías ni sufre la pérdida de la energía.
   Los profesionales del masaje deberían aprender qué es lo que les hace perder energía y qué tipo de receptores les despiertan la inspiración. Sólo a través de la experiencia pueden aprender qué es lo que deben evitar y cómo proporcionar más beneficios sin acabar agotados. Pueden masajear miembros de ambos sexos, si ello no les representa ninguna dificultad. Si se experimenta pérdida de energía o cansancio, se deben evitar las fantasías. Al igual que los médicos, los masajistas profesionales deberían adoptar una actitud neutral al tocar a personas de cualquier sexo. como regla general, es preferible no dar masaje cuando el propio nivel de energía es bajo.
   En resumen, el masaje es un servicio, y éste es el dharma (virtud religiosa) superior. Un masajista debe convertirse en un servidor desinteresado y debería trabajar sin tener en cuenta su ego.

EL MASAJE Y EL SISTEMA LINFATICO

   El masaje trabaja directa y simultáneamente en los tres sistemas del cuerpo humano: el sistema sanguíneo/vascular, el sistema nervioso y el sistema linfático.
   Aunque aparentemente el masaje trabaja únicamente con la piel y la musculatura, en realidad se transmite a todos los vasos del cuerpo. El Ayurveda considera que el cuerpo humano está compuesto por innumerables  canales, o srotas, que nutren los diversos tejidos del cuerpo. Estos canales están conectados con los marmas y los órganos internos. El masaje estimula actividad en los canales y mejora la circulación de los nutrientes que a través de ellos se dirigen hacia los órganos correspondientes. Según el Ayurveda, estos canales transportan a vayu (aire), pitta (bilis) y kapha (mucosidad) y, por tanto, son el sostén del organismo humano. Cualquier obstrucción en el flujo de dichos canales puede conducir a una enfermedad. A través del masaje regular es posible mantener la circulación de los fluidos vitales.
   El corazón trabaja como una estación central de bombeo, haciendo circular la sangre cargada con ricos nutrientes por todo el cuerpo. El sistema nervioso reacciona a los estímulos y transmite información al cuerpo, permitiéndole adaptarse al entorno exterior. Sin embargo, el sistema linfático no dispone de un centro de control principal. Por esta razón es el sistema que resulta más directamente influenciado por el masaje y el que más se perjudica al aplicarse técnicas que no son las apropiadas.
   El Ayurveda considera que la linfa es de naturaleza kapha. La palabra kapha se traduce generalmente como (mucosidad) o "flema", pero su significado abarca también los líquidos linfáticos. Shelesaka kapha, una combinación de líquidos linfáticos y sinoviales que se encuentra en todas las articulaciones del cuerpo, es un líquido dulce, pegajoso, frío, suave y blanco que actúa como lubricante. Ayuda a reducir la fricción que se produce en una articulación, protegiéndola del desgaste y de posibles desgarros. Shlesaka kapha fluye también por el sistema nervioso, proporcionando a los nervios la capacidad de recibir y transmitir señales. Colabora con el desarrollo de los anticuerpos y por esto es fundamental para el sistema inmuinológico. El sistema linfático que actúa a través de los srotas (vasos) y ganglios restituye las proteínas que se han perdido de los capilares sanguíneos y se hallan en los espacios intercelulares y transfiere las grasas y líquidos absorvidos desde los intestinos hacia el sistema circulatorio.
   el sistema linfático no es un sistema independiente. Actúa como complemente de la sangre, y corre paralelo al sistema circulatorio. La sangre recoge oxígeno de los pulmones, nutrientes del tracto gastrointestinal y hormonas de las las glándulas endocrinas. La sangre conduce estas sustancias a todos los tejidos del cuerpo, donde se difunden desde los capilares sanguíneos hacia el líquido del tejido. Una vez allí las sustancias nutritivas se transportan a las células de dicho tejido y se produce un intercambio para eliminar los desechos. La linfa recoge entonces los materiales del líquido del tejido, elimina las bacterias y los devuelve al flujo sanguíneo. El tejido linfático que se encuentra en los ganglios, el bazo y la glándula timo tienen la función de proteger el cuerpo de células y sustancias extrañas. El sistema linfático, con su ejército de linfocitos, fagocitos y tejidos productores de anticuerpos, ofrece una línea directa de defensa para el cuerpo.
   el sistema linfático no es un circuito completo, sino un sistema de una dirección: el líquido linfático penetra en el flujo sanguíneo, pero la sangre ( o la linfa de la sangre) no puede introducirse en los vasos linfáticos. Los ganglios no contienen válvulas y se distribuyen de un modo no uniforme en el cuerpo. El masajista debe recordar que  los ganglios linfáticos, que producen el líquido linfático, se encuentran alrededor de las articulaciones del cuerpo Es posible estimularlos frotando en sentido circular alrededor de las articulaciones.  Al friccionar profundamente una articulación se genera calor, se mejora la circulación y se logra que el ganglio segregue su fluido; y a la vez se logra que las proteínas, la glucosa, los minerales, el oxígeno y los anticuerpos sean absorbidos por la sangre. Los ganglios linfáticos se pueden excitar con otras formas de calor externo, como una sauna o la aplicación de fomentos (calor local húmedo).
   También es posible estimular este complejo sistema mediante la práctica regular de ejercicios y la respiración profunda, y comprimiendo periódicamente los ganglios linfáticos individuales o los marmas.
   Cuando se estimula el flujo linfático con un aceite de masaje, el masajista puede vigorizar la química de la sangre y ayudar a que el cuerpo se desintoxique por sí mismo, eliminando las toxinas a través del sudor y de la orina. De esta forma, el masaje actua com oun chequeo de la acumulación de toxinas en el organismo. Como al aumentar el flujo linfático disminuye el flujo sanguíneo, los médicos ayurvédicos generalmente aconsejan el masaje para los pacientes que sufre problemas cardíacos y de tensión alta. Es igualmente útil para quienes padecen de un flujo sanguíneo lento ya que estimula la circulación y mejora el flujo de nutrientes hacia la sangre.




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