ENERGIA VITAL
¿Qué es? ¿en qué consiste?
Reiki equilibra y restaura la energía del organismo y favorece la capacidad del cuerpo para sanarse a si mismo, armonizando tanto el cuerpo como la mente. A nivel psicológico, el Reiki sumerge al paciente en un profundo estado de relajación y paz, actúa de manera extraordinaria en casos de depresión o estrés, permite profundizar más en los procesos mentales y emocionales que nos mantienen atados a fuertes medicamentos que provocan gran parte de nuestros problemas. A nivel físico el Reiki calma el dolor, refuerza el sistema inmunológico y fortalece el cuerpo ante cualquier enfermedad o dolencia. Como terapeuta de Reiki, soy testigo presencial de las maravillas que realiza esta terapia. Reiki está cambiando formas antiguas de mejorar la calidad de vida en cientos de miles de personas en todo el mundo.
Reiki aliviando los síntomas de la Depresión y el Estrés
En el caso concreto de la depresión y el estrés, los resultados suelen ser bastante rápidos y efectivos. Incluso con solo cuatro o seis sesiones puede comenzar a aliviarse considerablemente la ansiedad, la ira y el nerviosismo que sufre la persona, somatizadas muchas veces en fuertes dolores de cabeza, musculares, ira, ganas compulsivas de comer, dificultades para dormir y relajarse.
Al comenzar a recibir Reiki generalmente se recomienda someterse a cuatro tratamientos (etapa de rescate) en días seguidos o lo más cercanos posible, para seguir con sesiones de una o dos veces por semana. Para enfermedades o dolencias con cierto grado de avance, se recomienda continuar con dos sesiones semanales al menos por tres meses.
Los resultados serán diferentes dependiendo de cada persona y del tiempo que ha pasado desde que aparecieron sus problemas. A veces se trata de un trastorno agudo, de unas pocas semanas de duración, y que es consecuencia de un acontecimiento vital determinado, como problemas económicos, cambios importantes que nos crean inseguridad, problemas que no sabemos cómo afrontar y nos deprimen, exceso de trabajo, etc. En otras ocasiones, es algo que venimos arrastrando de hace años. En el primer caso, el tratamiento será más corto, mientras que en el segundo puede durar varios meses.
Hay quien piensa que el Reiki es comparable a la magia, pues al igual que ella procura aprovechar las fuerzas ocultas de la naturaleza para lograr efectos maravillosos. Sin embargo, el fundamento de la magia es muy distinto, ya que es la manipulación y sus resultados son extraordinarios sólo en apariencia, de ahí que muchas veces tenga una dimensión negativa. Por el contrario, el Reiki no busca trastocar nada ni conseguir resultados engañosos, la energía se transmite simplemente por imposición de manos.
1 La energía del Reiki no está dirigida por la mente, pero implica conocimiento. Algunos la definen como una fuerza de vida guiada por la sabiduría del universo, e identifican esa sabiduría con la esencia divina. Hawayo Takata escribió "Creo que existe un único ser supremo, el Infinito Absoluto, una fuerza dinámica que rige el mundo y el universo. Es un poder invisible que vibra y ante el cual todos los demás poderes palidecen en la insignificancia, el Gran Espiritu Divino."
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Asimismo los maestros de Reiki creen que la base de esta forma de curación es el amor. Del mismo modo que alrededor de cada uno de nosotros existe un campo energético que llamamos "aura", el universo también posee un aura de varias capas, una de las cuales recibe el nombre de amor universal incondicional. Por eso el Reiki puede ser identificado con el amor absoluto que emana de la divinidad.
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Con el Reiki no es preciso manipular la energia ni concentrarse en ella. Tampoco consiste en eliminar la que posee el receptor o aportarle la propia energia. Se trata únicamente de dejar que esa fuerza actúe a través de nosotros, convertidos en canales de su poder curativo, para que el ki vital o personal y el rei cósmico alcanzen la armonía. No es el practicante de Reiki quien se cura a sí mismo o cura a los demás, todo lo que hace la energía universal que fluye a trvés de él.
El Reiki asume que existe una energía vital del Universo que está en todos los sitios: en el Cosmos, en la Naturaleza, en nosotros mismos. Cuando esa energía fluye a través de nuestro cuerpo nuestras defensas están activas, y nuestro organismo puede experimentar el máximo bienestar. Cuando dicha energía deja de fluir aparecen las enfermedades, el estrés, la ansiedad, y otras molestias.
Según esta creencia, otras personas pueden transmitirnos su energía vital a través de las manos para desbloquear nuestro flujo vital, reactivando así nuestro sistema inmunológico y la autosanación.
El Reiki, por tanto, al contrario de lo que mucha gente piensa, no cura enfermedades. No afirma que la energía que recorre las manos tenga un poder sanador. Las manos entrenadas de un maestro supuestamente pueden desbloquear el flujo de energía vital para despertar las defensas y equilibrar nuestra mente y nuestro espíritu.
Aún así, muchos practicantes están convencidos de que ayuda a curar el estrés, la ansiedad, jaquecas, dolores musculares, acelera las cicatrizaciones y alivia el dolor en enfermedades como el cáncer, el reuma, y enfermedades crónicas.
¿Qué hay de verdad en ello? Para la ciencia no existe "una energía vital que recorre el universo y nuestros cuerpos", ni tampoco se ha detectado ningún tipo de transmisión energética a través de las manos. Entonces, si no es una técnica científica de sanación, ¿por qué se ofrecen sesiones de Reiki en hospitales como el Ramón y Cajal, 12 de Octubre, Gregorio Marañón, Vall d’Hebron y el Hospital Clínic en Barcelona, y miles de personas afirman haber superado dolencias y haber aliviado los dolores de enfermedades graves, al practicar el Reiki?
Pioneros en fusionar la mediciona convencional con terapias complementarias, como el doctor Francisco Barnosell, afirman que los resultados que proporciona el Reiki están ahí, y que son los propios pacientes de los hospitales los que piden que se implanten más sesiones de Reiki porque experimentan alivio y mejora en sus enfermedades. Los propios hospitales contactan con asociaciones especializadas como la Fundación Sauce o la AtRC (Asociación de Terapeutas de Reiki de Cataluña), que son los que proporcionan las terapias de forma gratuita y voluntaria.
La esencia del Reiki
Como la mayoría de las terapias inspiradas en el budismo, el Reiki no es una técnica de sanación en sí misma, sino un camino para encontrar el equilibrio y la armonía en la vida.El propio Mikao Usui dejó escritos cinco principios para enfocar la vida:
- No te enfades
- No te preocupes
- Da las gracias
- Trabaja con diligencia
- Se amable con la gente
Estas cinco reglas deben recitarse por la manaña y por la noche, y aseguran la mejora del cuerpo y la mente.
El Reiki ha recibido también influencias del hinduismo, pues la energía vital desbloquea los chakras: seis o siete centros de energía que supuestamente todas las personas tenemos en nuestro cuerpo:
Cuando los chakras están bloqueados es cuando nuestras defensas inmunológicas y emocionales bajan, y se producen las enfermades físicas y mentales. Por tanto, el Reiki actúa no sólo a nivel físico, sino también emocional, mental y espiritual.
Existen muchas corrientes y variantes del Reiki, y por tanto diferentes métodos de aplicación. Hay terapias que incluyen el uso de piedras o cristales para focalizar aún más los chakras.
¿Sanación, meditación o placebo?
Ya sabemos en qué consiste el Reiki, y cómo se aplica. Es el momento de intentar responder a algunas preguntas. ¿Realmente cura o, al menos, alivia dolores y enfermedades? ¿Se ha conseguido demostrar sus efectos?
La razón tiene que ver no con las creencias, sino con su aplicación. En primer lugar, el Reiki no tiene contraindicaciones para las personas: no interrumpe ningún tratamiento, no se usa como sustituto de un tratamiento, no exige ingerir ni inyectarse nada, y ni siquiera hay contacto físico salvo poner las manos encima, así que no produce lesiones.
Además su práctica tiene mucho en común con la meditación y la relajación. El paciente debe permanecer tumbado, con los ojos cerrados (es normal quedarse dormido), lo que unido a la música relajante y la aromaterapia, produce un efecto calmante.
Por otro lado, el afecto y el contacto humano que el paciente siente, bien por la imposición de las manos en diferentes partes del cuerpo o el simple hecho de que una persona se está preocupando por ti y está intentando curarte, produce un efecto terapéutico. Sentirse querido o atendido es una medicina milenaria. La unión de la meditación, relajación y el afecto produce un efecto calmante y bienestar que pueden reducir la ansiedad y el estrés, y con ello las enfermedades y los síntomas que, se sabe, están provocados por ellos. Por la misma razón este efecto relajante puede aliviar dolores en tratamientos de cáncer o enfermedades crónicas. Es la razón por la que los hospitales usan el Reiki como terapia de apoyo. Incluso aunque sólo funcionase como simple placebo, el hecho de que un paciente afirme sentirse mejor por simple sugestión, ya es un beneficio en enfermedades crónicas o terminales.
Ir más allá de estos beneficios para entrar en el campo de la sanación, el desbloqueo de la energía vital, el reequilibro espiritual, y otros supuestos beneficios del Reiki, es algo que la ciencia niega. O al menos, no puede explicar.
A cada uno de nosotros nos corresponde decidir por nosotros mismos en qué lado de la balanza queremos estar.
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